Decir
adiós no es fácil.
Todas las relaciones son
diferentes, no todas funcionan bien, a veces vamos caminando por la calle y
vemos a esas parejas felices que se abrazan y besan con mucha ternura, y si
estamos en una relación que no funciona, quisiéramos tener una relación así.
Cuando esto pasa y ya has intentado de todo y finalmente descubres que la
relación no tiene remedio, es momento de tomar una dolorosa decisión, decir
adiós y terminar la relación. Cuando decidimos terminar una relación sin
solución, estamos decidiendo además darnos tiempo y dedicarnos a lo que nos
gusta a nosotras, retomar cosas que habíamos dejado, amigos, gustos, etc, se
cierran ciclos, y cuando un ciclo se cierra, se abre otro, escribimos una nueva
página en el libro de nuestra vida.
Al tomar esa difícil decisión
debemos estar seguras de que ya dimos todo lo que podíamos dar para que esa
relación fuera próspera y fructificara en un lindo amor, de que aprendimos y
supimos levantarnos. Todo tiene un principio y un final, es importante aprender
a reconocer con inteligencia y madurez cuando llega el momento de acabar algo
que ya no aporta valor a tu vida, sacar lo tóxico, lo malo y lo que nos deprime
en lugar de darnos felicidad.
Di adiós cuando ya lo has
pensado y reflexionado bien, de hacerlo, ya no hay vueltas atrás. Si dudas
piensa en lo que sientas al estar frente a esa persona que te hace sentir tan
mal, si dudas pon en la balanza, si eres más infeliz o feliz al estar en la
relación, si te hace llorar más de lo
que te hace sonreír. Ten muy en cuenta que ninguna persona cambia de un día
para otro, y aveces aunque duela
reconocerlo, hay personas que nunca cambiarán por que simplemente no quieren, no
retrocedas, si te vuelve a prometer un
cambio, manténte firme, sigue tu camino y déjalo a él con sus fantasmas
internos.
Para que te sea más fácil
tomar la decisión, recuerda las cosas malas, no las buenas; de ésta forma
tomarás más valor, ya que si primero piensas en las cosas buenas y lindos
momentos, te detendrás en el proceso y seguirás estancada. Cuando ya hayas
tomado la decisión y lo hayas llevado a la práctica, cambia de amistades,
rodéate de personas positivas, que te aporten y no que te quiten vida, trata de
no asistir a los lugares que te recuerden a esa persona, cambia de número
celular, elimínalo de tus redes sociales, será más fácil el proceso por que no
sabrás nada de él, por lo menos directamente.
Ten muy claro que tu vida no
se acaba tras un adiós, es una oportunidad para conocerte, estar contigo,
conectarte con tu interior, pensar en ti misma, sentir cosas nuevas, cambiar lo
que has hecho mal y reforzar lo que has hecho bien. No te vuelvas fodonga,
arréglate, maquíllate, siéntete sexy y muy bella, sé positiva. Prepárate para
salir con tus amigas, planea fiestas, ir a tomar café con algunas amigas, ir al
cine, etc. Lo importante es que no te hundas, te deprimas y te quedes en tu
casa encerrada. No trates de arreglar lo que ya no tiene arreglo, probablemente
tengas dudas y miedo de quedarte sola, mereces ser feliz, eres bella, fuerte e
inteligente, siempre habrá alguien que quiera estar a tu lado, pero solamente
lo atraerás siendo positiva, tu vida es tuya y nadie tiene el derecho de
manejarla, tu eres la dueña de tu destino.
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